Ya es viernes y la huelga sigue adelante. Parece ser que este gobierno zapateril no tiene prisa en poner fin al colapso ya más que palpable, y más que lo será si esto sigue así, que se puede sentir con claridad tanto en los comercios, como en las gasolineras, como en la vida cotidiana de los españoles. Y, por si faltara algo, ayer aparece Feijoó respaldando al presidente de los armadores de Vigo que hizo un alegato pasional a favor de la violencia contra el gobierno. Esta es la oposición del Partido Popular, algo que cuando hablan es mejor que callen y cuando callan no se sabe si pedirles que hablen. Claro, que siempre estarán los vasallos rajoyistas alabando las bondades de Rajoy y la contudencia casi artítistica en la oposición de Soraya, con argumentos que dan más risa que pena cuando no más pena que risa.
La cuestión es que tal y como están las cosas, y tal y como está gestionando el gobierno la huelga, peor imposible, si en España existiera un Partido Popular como el de Aznar en el 93, por ejemplo, Zapatero estaría ya contra las cuerdas y, probablemente, con una moción de censura en marcha. Porque es probable que si el PP presentase una moción de censura se perdiese, pero esto sería lo de menos, siendo lo realmente importante la actuación de la oposición censurando a un gobierno incompetente y mentiroso hasta la médula, y dando a conocer a los ciudadanos su alternativa y sus soluciones para una huelga que ya empieza a ser insoportable por parte del grueso social.
Pero claro que el PP no está ahora para mociones de censura, porque demasiado trabajo tiene Mariano Rajoy en dar puñaladas aviesas, precisamente, al sector más decente del PP, sector que parece ser que aún no se ha dado cuenta que mientras esté Rajoy en el partido ellos sobran. Si no que se lo pregunten a Carmelo Barrio, que después de la patada a María San Gil no comprendió que Rajoy es de todo menos fiable, y no tuvo otra cosa que hacer que llamarle para comunicarle que iba a presentarse como candidato al PP vasco y lo iba a anunciar en una rueda de prensa. Lógicamente media hora antes de la comparecencia de Carmelo, Génova 13 emitió un comunicado dando a conocer la buena nueva del alumbramiento del candidato de conseso en la comunidad vasca ¡que no era Carmelo!... sino Basagoiti.
Lo mejor de todo, claro está, es cuando el candidato de Génova dice eso de que buscará el consenso, que caben todos, que nadie sobra... prueba inequívoca de que lo que sobra es su candidatura. En esto como Mariano, la misma canción, cuando lo que realmente pasa es que tienen mala conciencia e intentan maquillar la fechoría con buenas palabras. Claro que a Rajoy le sale medio bien regalando puestos y cargos a todos, pero no sé yo si muchos populares de la comunidad vasca van a tragar con esta candidatura por la espalda de Mariano Rajoy. Aunque bueno, siempre se podrán dar con un canto en los dientes de que no haya sido Alonso, que tampoco es muy diferente a Basagoiti pero suena peor.
El fondo de todo esto, la parte realmente lamentable, es el cambio, las fisuras, la traición a los muertos y a los valores, que ha emprendido el PP vasco como en su día hizo el PSE, con la defenestración de Redondo Terreros, exactamente lo mismo que ha hecho Rajoy con María San Gil. Y es que esta historia ya nos la conocemos.
Muchos nos asombrábamos que fuese Jaúregui un ferviente defensor de la rendición ante la ETA, del diálogo con Batasuna, cuando ha sido perseguido y objetivo de toda la banda abetzale. Por no hablar de Eduardo Madina, en silla de ruedas por culpa de un atentado pero llamando en su blog terrorista a Ángel Acebes mientras defendía el diálogo con los terroristas. Pues bien, ya estamos viendo que esta indignidad, que esta traición a todo y a todos empezando por uno mismo, no es cosa exclusiva del PSOE sino que también existe ya en este PP que Rajoy está creando y que no lo va a conocer ni la madre que lo parió, padre en este caso, padre aznarí que asiste mudo y callado a la deriva institucional e ideológica del que antaño fue su mansión faraónica donde pastoreó como quiso sin que nadie le tosiera, con el final que todos sabemos y que ahora estamos pagando.
Rajoy no es que cambie principios por poder, sino que cambia principios por pura autosatisfacción, en una exibición de onanismo que se plasma en la perversión ética, moral, ideológica y ya hasta personal de Mariano Rajoy. Y esto es un cáncer que se extiende por todo el partido reflejándose de la manera más cruda allí donde ser miembro del Partido Popular no es un "chollo", que así le llama Rajoy a la política, sino una lucha por la libertad, por España y por unos valores que se acaban pagando, muy asiduamente, o con la propia vida o con una vida rodeada de escoltas y miedo que no es, precisamente, el sueño de todo ciudadano. Pues bien, ahora gracias a Rajoy en la comunidad vasca ya solamente quedarán héroes sueltos, no un partido que honraba a la memoria de Miguel Ángel Blanco, que total ya está enterrado y además Rajoy lo dará por amortizado. Siempre quedará, claro está, en esto de la cuestión nacional UPyD, con su referente inevitable de Rosa Díez. Pero es tan trsite ver como ha sido precisamente el PP quien ha vendido por nada a Miguel Ángel Blanco, a Gregorio Ordónez y a todas las víctimas que han caido por defender las siglas del PP, que si muchos de los silentes y desaparecidos tuvieran un poco de decencia y de decoro, además de vergüenza y del sentido de la responsabilidad, saldrían de su mutismo para echar a Rajoy y a toda su banda de palmeros a la calle. Es, como mínimo, lo que se merecen. Pero que nadie dude que Bulgaria será un clamor al líder omnipotente y onmipresente, en las derrotas claro, que es Mariano Rajoy.
viernes, 13 de junio de 2008
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