martes, 29 de julio de 2008

DÓNDE HA IDO AÍDO

Aunque la verdad no la echamos de menos, porque su lugar lo ha ocupado, y dejando el pabellón bien alto, Miguel Sebastián, ese amigo de Zapatero que puso como candidato a alcalde de Madrid y el fracaso no pudo ser más sonoro. Pues qué mejor que hacerlo ahora ministro, y lo peor es que hasta se lo cree. Este no es alguien que quiera aparentar y pasar por el ministerio haciendo, solamente, gala de ostentación, no, no, Miguel también quiere demostrar que es un inepto, que no desentona en este ejecutivo zapateril.

Ahora que Blanco culpa de la crisis a Aznar y a Bush, la guerra de Irak, debería explicarnos Zapatero por qué se ha tirado meses enteros negando que hubiese crisis. Aquí, Pepiño, quien debe pedir perdón no es Rajoy, sino Zapatero, por engañar y traicionar a los millones de españoles a los que ha llevado, está llevando, a una crisis atroz que no solamente se empeñó en negar sino que ahora que ya no se puede camuflar la realidad de ninguna de las maneras tampoco sabe qué hacer.

Claro que hasta ahora, no habíamos tenido en cuenta la mente privilegiada de Miguel, que además de ser ministro quiere sustituir a Solbes. Ahora resulta que para salir de la crisis, ya los automóviles van a tener que circular al 20% menos de los límites ahora establecidos, diciendo que cada vez que levantamos el pie del acelerador mejoramos la renta nacional y el empleo. Pero bueno, ¿es posible semejante idiotez? pues sí lo es, pero no se queda aquí. También tenemos que regular el aire acondicionado o la calefacción según decreto gubernamental, algo que creo que aún ni en Cuba han llegado a proponerlo. Bueno, también habló de reducir el iluminado público de calles y autovías. Todo oscuro, claro que sí Sebastian. Pero ya acabó de adornarse cuando citó a Kennedy y nos dijo aquello de “no preguntes lo que tu país puede hacer por tí, mejor preguntaté lo que tu puedes hacer por tu país”. Tú, Miguel, irte a tu casa.

Pero el problema de nuestro país, de nuestra democracia, no es que tengamos un gobierno absolutamente inepto que es hasta toreado por las dictaduras más bananeras de latinoamérica, sino que la alternativa al PSOE no se sabe si es peor. A día de hoy los españoles tenemos que elegir entre un inútil más que acreditado, o un despotín, que es Rajoy. Rajoy claro que está encantado con la crisis, porque cree que así quizás podrá volver a la Moncloa, de otro modo no. Pero es que se han comportado tan mal los del PP desde el 9-m, ha sido tan déspota y traidor Rajoy a todo lo pasado, lo presente y parte de lo futuro, que a uno le quema la mano al pensar en votar al PP con todo lo que está diluviando. Pronto empezarán las elecciones y veremos a ver por donde van los tiros, qué marca el termómetro social. Si la crisis no fuese tan tremenda y el gobierno tan inane, el PP se llevaría un desplome en la bolsa electoral que ni el crack del 29. Veremos a ver que pasa. Al final tendremos que pedirles de rodillas a Felipe y Aznar que vuelvan porque ellos son los culpables de que estén ZP en la Moncloa y el despotín en Génova, no lo olvidemos

domingo, 27 de julio de 2008

DEL VASQUISMO AL GALLEGUISMO

Es evidente que esta metamorfosis del PP en cualquier cosa menos en el partido de derechas que creó y modeló Aznar en base a una doctrina liberal en lo económico y nacional y decente en lo político y social, es algo que no tiene ya vuelta atrás. Bueno, exceptuando que Rajoy y todos sus palmeros se marchen a casa, lo que supondría las 3/4 partes del partido que figura a día de hoy. Ya nadie puede decir que es un accidente, o que es flor de un día, o cosa de algún "verso suelto" dentro del partido, Rajoy ha dado carta libre, es más, ha estimulado de manera decisiva a todos y cada uno de los califas de las taifas del PP para que ejerzan, a su gusto y semejanza, la política que crean más conveniente para ganar votos. Y digo que crean para ganar votos aunque con ello tengan que sacrificar a su propia madre en el altar de lo inevitable, con la consiguiente amargura de la ofrenda en vano cuando empiecen a contar los votos y no le salgan las cuentas de la lechera, de esa lechera arenesca.

Después de que Basagoiti se confesara en el "Deia" al más puro estilo centrista, Feijoo no iba a ser menos a la hora de apuntar alto en esto de decir digo donde siempre habían dicho diego, pero quien se acuerda ya de lo que decía el PP hace apenas un año, dos años. Es más, quien se acuerda ya de las manifestaciones a favor de la unidad de España y la derrota de la ETA y en contra de la censión zapateril a los terroristas y separatistas, todo en uno.
Pero la traición y la poca decencia muchas veces van acompañadas de una ineficacia intelectual que deja al descubierto aùn más, si cabe, las miserias de aquellos que piensan que no hay principios posibles cuando se habla de poder. Y ahí tenemos a Feijoo, criatura de la factoría de Rajoy haciendo méritos ante su jefe, para demostrarle que a centrista no le gana ni Arenas. No hace falta ser muy inteligente para adivinar de lo que ha hablado el pepero gallego en el día de la comunidad gallega, pues de qué va a ser, del galleguismo del PP. Porque sí, sí, el PP ya es de todo, menos español. Es vasquista, galleguista, catalanista.. de todo, menos Español. Sin olvidarnos de la realidad nacional andaluza.

Lo que pasa es que Feijoo ha querido llegar algo más lejos en su pensamiento, y ha querido desarrollar eso de galleguista. Y es que el PP defiende que alguien pueda ser gallego y español, a la vez, sentirse de las dos nacionalidades a la vez, lo mismo que alguien puede sentirse europeo y americano. Bien, ¿qué sentido tiene esto?, ninguno, he ahí su centrismo.
Ahora resulta que Galicia y España son dos nacionalidades. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol, ya marcó el sendero la Madamme Javier. Pero la aportación realmente genuina de Feijoo es cuando nos habla de ese ser humano cualquiera que se siente europeo y americano a la vez. Increible, impresionante, pero es que así es la magia del centrismo, todo lo puede.

Está claro que en el PP ya perdieron la vergüenza hace ya algunos meses, pero es desolador comprobar como ya ni siquiera guardan una pequeña compostura higiénica a la hora de mentirnos, de tomarnos el pelo y de escupir en la cara de sus propios votantes. Yo no sé si el europeo-americano es de la cosecha de Feijoo o se la han regalado, pero sea como sea memeces como esa no deberían de salir de la boca de aquellos que con nuestros impuestos le pagamos los sueldos. No cabe duda de que las elecciones gallegas, a la vuelta de la esquina, dictarán sentencia sobre esta manera tan peculiar de suicidarse. Quizás las urnas nos sorprenden y estamos equivocados aquellos que creemos que Feijoo ha perdido absolutamente todo, y todo, por nada. Aún así, si se produce la sorpresa y Feijoo logra ganar las elecciones gallegas, no se puede aplaudir este cambio de moral, de ideologia, de decencia y de decoro de un partido como el PP que se suponía hecho sobre unos pilares más o menos sólidos. Sin embargo, también puede que ser el PP pierda las elecciones gallegas y Feijoo diga que no se marcha y que el fallo ha sido la falta de más galleguismo por parte del PP. ¿Quien le va a decir a Feijoo entonces que se marche, Rajoy? Sería ya demasiado fuerte incluso para este PP

martes, 22 de julio de 2008

AL ABRAZO DEL REY

Suelen decir que una imagen vale más que mil palabras, y la foto del rey con Adolfo Suárez, lo que queda de él claro, llega a condensar muchos recuerdos pero no toda la verdad. Ya sé sabe que en este país hablar del rey es hacerlo bien, porque si hablas mal mejor no hables, excepto las jóvenes criaturas amontilladas de la esquerra, que tienen en su iniciación la quema de retratos reales.

Por mucho que se empeñe el PSOE en hacernos creer que ellos trajeron la democracia, y por mucho que se empeñe el PP hasta en renegar de su pasado más inmediato, la verdad es que en la historia de España el nombre de Adolfo Suárez ocupa un lugar privilegiado. Por encima incluso de Franco, y no digamos ya del rey Juan Carlos. Quizás la historia pudo ser de otra manera, tener otros protagonistas, pero Suárez hizo posible la transición pacífica de la dictadura a la democracia, algo que aunque a día de hoy parezca moco de pavo tuvo su complejidad extrema: por un lado la izquierda y por otro el búnker, dispuestos a tensionar hasta donde hiciese falta para hacer triunfar sus posturas.
Adolfo Suárez no recuerda, a día de hoy, quien fue. Tampoco quienes eran los reyes. Pero el rey sí que recuerda perfectamente quienes son él y Adolfo, y esto es algo que, a pesar de que sea totalmente verdad eso de que los borbones te utilizan mientras les sirves, don Juan Carlos no se ha atrevido a olvidar nisiquiera en las condiciones precarias del ex presidente. Y ya es de agradecer estando el patio como está.

Qué duda cabe que todos los premios o reconocimientos a Adolfo Suárez se quedarán en el narcisismo de aquel que lo otorga, a sabiendas de que el duque ya no comprende qué significa nada. Pero precisamente en esto residirá el valor de aquel que lo haga, sabe de sobra que nada puede esperar a cambio ni en forma de favor ni en forma de confidencias.
Aún así, y siendo éste un país acostumbrado a criticar a vivos y muertos, ya es sorprendente que la peor postura que llegue a adoptarse contra Suárez sea la indiferencia. Pero la transición tuvo errores, y Adolfo Suárez también. Idolatrar a la transición es mitificar una etapa reciente de nuestra historia que debe revisarse a fondo, pues de esta revisión pueden, y deben, salir muchas explicaciones y soluciones a problemas políticos que aún nos asolan, algunos inclusos con mayor virulencia. No es cuestión de reescribir la transición, como pretende Zapatero, sino comprenderla. Es normal que estemos condenados a agravar nuestras debilidades y flaquezas si no asumimos que nos hemos equivocado en ciertas cosas.

No obstante, Adolfo sólo se puede merecer nuestro respeto y profunda admiración. Incluso sus enemigos de entonces le deben el cargo y el presupuesto que hoy ocupan y, en muchas ocasiones, saquean. Las autonomías fueron posibles, en gran medida, al proyecto político de Suárez. Al igual que la apertura política sin ambages algunos, a lo mejor Carrillo puede dar fé de ello. Si no es igual, ahí están las hemerotecas.
Pero Suárez se encontró con un enemigo muy poderoso, más que el búnker o la izquierda rupturista, y que fue la ETA. Sin un terrorismo que golpeaba bien duro por aquellos años, muchas presiones nacionalistas no habrían llegado tan lejos, de eso no cabe duda. Y se puede decir que la economía o la política social de un país es algo que va evolucionando en consonancia de la sociedad, y que pueden haber rachas mejores o peores de empleo y riqueza. Pero cuando se empieza a erosionar la identidad común de una nación hasta los extremos de odio, negación y clandestinidad por los que hoy se mueve todo lo español en regiones como Cataluña y Vascongadas, tienen un punto de muy difícil retorno. Y esto fue, precisamente, el mayor error de la transición y del proyecto político de Adolfo Suárez, siempre más allá y por encima de la UCD, con el final que todos conocemos.

Aún así, y llegados a este punto, sería injusto cargar sobre las espaldas de Adolfo toda la culpa de la claudicación política nacional que se fraguó y gestó a partir de 1975, donde todo lo español era franquista para acabar siendo en pleno 2008 sospechoso de franquismo todo aquel que se sienta español y tenga la osadía de reconocerlo. Pero conviene hacer hincapié sobre este hecho decisivo en nuestra historia para comprender la transición como una etapa muy brillante en la historia reciente de España, pero ni mucho menos inmaculada como algunos pretenden mitificar en nuestros días. Porque esta es otra, cuantos centristas de quita y pon están orgullosísimos de la transición mientras escupen cualquier legado que tenga algo que ver con Aznar. Que se lo digan a Arenas, por ejemplo.
Don Juan Carlos le entregó lo más valioso de la corona después de la corona, obviamente, que es el abrazo del rey. Si llegó tarde o no, doctores tiene la iglesia, pero que ese abrazo no puede ocultar el comportamiento poco grato del rey con Suárez cuando este ya no le servía, sería de desmemoriados a mala fé negarlo. Esperemos que el legado de Adolfo sea algo más que este abrazo real. Un legado que muchos quieren usar de manera interesada pero que pertenece, y con razón, a la memoria colectiva y patrimonio político de todos los españoles. Ningún político debe apropiárselo.

lunes, 21 de julio de 2008

MONTILLA Y BASAGOITI, LA DIFERENCIA ESTÁ EN LA DOSIS

En la dosis de desvergüenza, me refiero. Montilla, no obstante, tiene a su favor que está en el poder, mientras que Basagoiti está dispuesto a escupir y traicionar todo lo que haga falta con tal de, algún día, poder llegar a pisar la gran alfombra roja del presupuesto oficial. Claro que muchos no comprendrán tal cosa, porque aún existe gente que no está dispuesta a llegar al poder sin dignidad, pero lo que es más que evidente a estas alturas es que el poder sin dignidad no es propiedad exclusiva de Zapatero, ni siquiera del PSOE, sino que se disputa su propiedad de manera desgarrada este nuevo Partido Popular de Rajoy.

No ha podido hablar más claro ni en el sitio más indicado en consonancia de lo dicho, en el "Deia". Esto es como cuando Rajoy fue a la SER a hacer rimas con Francino, que no es Béquer pero Génova lo respeta más que al romántico. O cuando fue Alicia Sánchez Camacho a "la vanguardia" a decir que no era necesario firmar el manifiesto en defensa del español, sí, sí, el mismo manifiesto que había firmado la cúpula en masa de su partido. Ahora le tocaba a Basagoiti hacerse perdonar, por un lado, y confesarse, por el mismo. Y qué duda cabe que lo ha hecho de manera insuperable. Quizás sólo Olayarzabal lo podría hacer peor, hacer mejor quería decir, pero este segundo del nuevo PP vasco de Rajoy se reserva para tiempos próximos y batallas futuras.
Lo peor no es que hable del PP como un partido muy vasquista, que eso de vasquismo lo inventó un tal Sabino Arana. Tampoco es desolador que hable con desprecio de que la gente de apie consideré a los políticos del PP vasco como héroes, lo importante es que los perciba como gobernantes. Es decir, la versión más sórdida y miserable del queredme menos y votadme más de Adolfo Suárez, en sus tiempos del CDS. No. Lo que realmente hace que Basagoiti ya empiece a superar con creces a Patxi López en la ignominia y la traición a todo lo vivo y todo lo muerto es que se atreva a comparar, sin pestañear apenas, a Mayor Oreja y Redondo Terreros con las 3 "divas" del gobierno nacionalista vasco, con JuanJosé como madre superiora. Porque me imagino que lo siguiente a este insulto al más mínimo decoro y decencia será, además de que Basagoiti nos diga que se mal interpretaron sus palabras, llamar a Ibarretxe "JuanJosé", así, en plan familiar y paellero, para que el pacto con el PNV sea visto como algo natural, algo de casa, ¿para qué buscar fuera lo que tenemos dentro?.

Yo no sé si habrá alguna madre de alguien que escriba una carta a Basagoiti donde le diga eso de "harás y dirás cosas que nos helarán la sangre", pero la cuestión es que Regina Otaola, que además fue utilizada como coartada por Basagoiti, ya empeza a cuadrar poco con el mensaje y la postura de este PP patxizado que nada tiene que ver con ese PP de Gregorio Ordóñez o Miguel Ángel Blanco. Ahora es el momento de irse, Regina, y no intente hacernos comulgar con ruedas de molino que nada tienen que ver con la coherencia y la honestidad con lo que uno piensa y dice.
Ya sé que a Rajoy le encantaría que en un tiempo no muy lejano, le dijeran a él también eso de que te queremos mucho presidente, pero más queremos al país vasco. Dudo mucho que esto sea posible. Entre otras cosas porque Montilla ha llegado a ser presidente de Cataluña a pesar de ser analfabeto y a pesar de querer ser más nacionalista que Prat de la Riba. Basagoiti jamás llegará a subir ni un escaño con el camino que ha decidido tomar. Para ofertas vasquistas, querido, ya está el PSE, el PNV, IU, EA y todos. Excepto UPyD. Quizás en la comunidad vasca, según reflejan las encuestas, van a tomar el camino de Cataluña, de seguir erosionando y desgastando a la nación española pero a través del partido socialista.

Malos tiempos corren para aquellos españoles que aún se resisten a dejar de serlo. Para aquellos ciudadanos que aún se resisten a enterrar la memoria y la dignidad como base esencial de toda actuación política. Después de tres décadas, es imposible seguir actuando como si no existiese un pasado democrático donde mirarse, más que nada para aprender de nuestros errores, corregirlos y no volver a cometerlos. Pero aquí parece ser que el único partido que quedaba con ganas de luchar por un futuro mejor sabiendo que venimos de un pasado común, ha decidido matar cualquier atisbo de decencia con tal de abrazar poder, o por lo menos intentarlo.
Mucho confía, es verdad, Mariano Rajoy en que la crisis económica sea tan honda y extensa que lo lleve en volandas a la Moncloa. Puestos así hay que reconocer que solamente una situación de catástrofe nacional haría posible que quizás el PP obtuviese el apoyo de la mayoría para ver si así las cosas fuesen a mejor. Cualquier político que tuviese vergüenza no querría llegar así al poder, pero Rajoy no solamente quiere llegar así sino que sabe que de otro modo no lo hará. Y tampoco le importa. Habrá que ver lo que dice Cospedal de todo esto, y Pons, que muy callados están últimamente. Habrán dejado de guardia a Soraya con sus marcianos.

jueves, 17 de julio de 2008

OTRA DE COHERENCIA

Han pasado ya algunas semanas desde que este PP de Rajoy, este nuevo PP de Rajoy, insisto de Rajoy, empezó a andar. Y como dicen que todo cargo tiene derecho a 100 días de gracia, algo absurdo que nunca he terminado de comprender, Rajoy dejó claro, casi desde el primer día posterior a su segunda victoria derrotada, que no necesitaba tantos días para demostrar que estaba dispuesto a perder todo, menos el cargo, con tal de seguir enchufado a una poltrona que le tenía más enganchado y dependiente de lo que muchos jamás pudimos imaginar.

Es verdad que con el paso del tiempo, y la mirada hacia atrás, uno ve las cosas de manera tal vez más serena, pero todas las páginas abyectas y miserables que el nuevo PP de Rajoy ha dejado para los anales, no cotizarán, precisamente, a la baja en la traición y navajeo, cuando la historia que nunca se detiene empiece a pasar revista desde una lejanía prudencial. Todo lo que hoy, ayer, ante ayer, nos parecía bochornoso, dentro de 6 meses, de un año, será aún mucho más bochornoso, que lógicamte a Cospedal le dará exactamente igual, para ella perder un millón, dos millones de votos, es algo que no le quita, faltaría más, ni un solo minuto de sueño.

Pero hay que reconocer que dentro de todo este proceso de gestación del nuevo PP de Rajoy, si bien lo más miserable y vomitivo se ha plasmado en la metamorfosis moral, social y política del PP vasco, la página más divertida la encontramos en el PP catalán, que aunque realmente tenga poca gracia para la posibilidad real de democracia en Cataluña, el espectáculo pre congresual, congresual, y ahora post congresual, es digno de ser reflejado en un sainete de aquellos que se merecerían llenar el teatro real madrileño a lo largo de todo un año. O también como intermedio en el espectáculo del mayor show girls de Madrid o el tradicional Boys que tanta competencia le hace al bingo entre las señoronas castellanas bien situadas en la tercera edad.

Hoy Alicia Sánchez Camacho que sigue paseando su trofeo catalán como prueba inequívoca de su cuchillada jamonera a María San Gil, ha dejado meridianamente claro el ideal que va a reinar en el PP catalán a partir de ahora: el no hace falta. En el PP nada haca falta, excepto la cara dura. Con cara dura, a día de hoy, en el PP se llega a lo más alto, véase Rajoy. Por eso lo que ha dicho Alicia no es tampoco para alarmarse, es, a lo bruto, la esencia principal del nuevo despotismo nada ilustrado de Rajoy: no hace falta. ¿Respetar a Aznar aunque sea la cuarta parte de lo que el PSOE respeta a Felipe?, no hace falta. ¿Disimular la patada en el trasero a históricos como Mayor Oreja?, no hace falta. ¿Respetar, aunque a Lasalle le pida el cuerpo otra cosa, a la figura de San Gil?, no hace falta. ¿Jubilar ya de una vez a Manuel Fraga que tanto daño está haciendo al partido?,no hace falta. ¿Abrir el PP a unas primarias donde sean sus militantes los que elijan a su líder?, no hace falta. Es que tantas cosas han dejado de hacer falta en el PP desde que Rajoy se subió a su velero llamado libertad...

Que nadie espere, eso sí, una respuesta heróica o contudente de nadie del PP. Como mucho Alicia nos dirá que se mal interpretaron sus palabras, y aquí no ha pasado nada. Es la eterna costumbre del político de pensar que puede tomar a todos los ciudadanos por imbéciles y engañarles cada vez que quiera, aunque también es verdad que no está exento de muchos votos de aquellos seguidores que asumen la mentira y el engaño en la naturaleza del político y, claro, para que nos engañen los otros, pues que nos mientan los nuestros.

Y así una vez más volvemos a ver cómo es posible que todo el PP genoves haya firmado el manifiesto, y aquella que pone a dedo Rajoy en Cataluña va y nos dice que "no es necesario". O cómo la palmera Cospedal dice, sin ruborizarse además, que su partido seguirá partiéndose la cara por defender el castellano, mientras en el congreso regional de Cataluña si quitásemos los logotipos del PP sería perfectamente equiparable al lenguaje de un congreso de ERC.
Hay que comprenderlo, es el centrismo, es la huella de ese hombre fuerte llamado Javier Arenas, el cual después de tirarse durante meses día y noche diciendo que el estatuto andaluz era malo para Andalucía, vino la barita del centrismo y, magia arenil, el estatuto andaluz ya era muy bueno, y con realidad andaluza incluida, para que luego digan. Creo que a estas alturas sí que no es necesario seguir explicando mucho más cómo caza la perra en este nuevo PP de Rajoy

jueves, 10 de julio de 2008

CARRERA DE RATAS

Hoy se cumplen ya 11 años desde que la ETA martirizó y asesinó a Miguel Ángel Blanco. Tantas cosas han pasado desde entonces que ya hasta su propio partido le ha dado la espalda. Porque hay que decirlo así, el Partido Popular destruído por Mariano Rajoy ha dado la espalda a la víctima que provocó la mayor reacción social en contra del terrorismo. Sin ir más lejos su propia hermana ha aceptado formar parte de una ejecutiva al servicio de Rajoy donde blanquear la conciencia pepera por su aviesa traición y puñalada a María San Gil parece que es el máximo imperativo ético que se marcan hoy en Génova 13.

Yo tenía apenas 14 ó 15 años, y recuerdo perfectamente la reacción social que se produjo en aquel entonces. De ahí que se hablase de lo que se conocerá como el espíritu de Ermua, un espiritu cuyo obituario hace ya años que pasó a engrosar la lista de bajas en la historia de la desmemoria y desvergüenza social. Pero la realidad es que esa marea humana de indignación provocó que el PNV, por fin, saliera del armario del todo, se quitara su careta de demócrata, demostrara con quien estaba realmente y, por supuesto, acabó del lado de la ETA, ahí tenemos Lizarra.
Pero parece ser que 11 años después los propios compañeros de Miguel Ángel o ahora simplemente dirigentes del mismo partido, han decidido olvidar aquellos días de dolor y de ignominia para empezar a preparar la alfombra por si acaso el PNV necesita de sus votos y el Partido Popular no puede negarse. Porque aquí reside la madre de todo lo que se está gestando y produciendo en el PP vasco: el poder por encima de todo. Y de todos, si hiciese falta, que diría el miserable de Alonso.

Es realmente asombroso, aunque no es original, el observar como políticos que han estado jugándose su vida hasta hace bien poco por defender lo que hoy reniegan, cambian de la noche a la mañana de criterio y de valores. ¿Es posible que nos estuvieran mintiendo a costa de jugarse su propia vida?, resulta, realmente, demasiado tétrico pensar esto, incluso viniendo de gente como Rajoy o Alonso. Entonces, ¿cuál es el problema?. Que Rajoy quiere tocar, a toda costa, poder allá donde sea, porque Mariano está enfermo de ambición, poder y soberbia, desde que perdió las elecciones en 2008, y así ha querido hacer un partido a su imagen, semejanza y ambición.

Está claro que esto es ya una carrera de ratas donde la última no tendrá asiento en la tribuna de la miseria, que como en el PP a día de hoy coincide con el coche oficial y el cargo, ahí es donde quieren estar todos. Bueno, todos, todos, no. Aún queda gente honrada, aunque termine cogiendo las de villadiego y marchándose del PP. Lógicamente, lo que le importa esto a Rajoy, Cospedal y demás piara, es más o menos que nada. Pero la gente, el votante común, el que lleva votando al PP toda su vida, sí le importa. Es más, es lo que más le importa. Ya vendrán las urnas, como dicen muchos, aunque Rajoy y sus palmeros parezcan ignorar aquello que terminará sepultándolos. No merece mejor final una pandilla de políticos aferrados al cargo por encima de la dignidad, la coherencia, la honradez y el respeto a sus votantes. Ya se sabe, las ratas no tienen decencia.

miércoles, 9 de julio de 2008

HAY GENTE DEL PP QUE SE RESISTE A MARIANO

Parece ser que después del atrevimiento y osadía de unos "hooligans" de abuchear en el congreso catalán a la tonta útil de Ana Mato, ahora están teniendo el mal gusto, la poca gratitud, el afán por destruir, por ahora, 2 cargos del PP vasco que han dimitido por coherencia y apoyo a María San Gil. Y esto ya es sorprendente, pues cuántos apoyaron a San Gil y dijeron que si María se iba ellos se irían, y sin embargo María se fue y ellos siguen ahí.

Ya se sabe que la dignidad en la política, y no digamos ya en este PP rajoyesco, no es que sea rara avis, sino que está sañudamente perseguido y casi elevado a la categoría de incompatible con compajinar un cargo al servicio de Rajoy. Pero claro que del dicho al hecho hay mucho trecho, y hasta hoy solamente habíamos visto chispas de dignidad entre militantes de base del PP catalán. Pues a partir de hoy ya han escrito dos vascos su nombre en la lista, tan tan corta, de la gente digna en estos tiempos rajoyescos que cuando la historia venga a hacer su juicio inapelable, dejarán en tal mal lugar tantos y tantos políticos que ayer parecían honrados y dignos y hoy se han descubierto como garantes de la miseria en el PP.

Las razones de sus dimisiones, en especial la carta de Carmen Rubio, vienen a confirmarnos lo que ya sabíamos pero muchos se resistían a reconocerlo al no haber prueba gráfica, documental, testimonial, que dejase al descubierto tanta desvergüenza, traición aviesa y puñaladas a destajo, que habían despedazado la moral y el coraje de una mujer ejemplar que tuvo que presenciar en directo como asesinaban a Gregorio Ordoñez y, desde entonces, ha estado jugándose cada día su vida para defender los valores de la democracia, de la libertad y de España. Que sí, que otros que hoy tracionan todo esto también se han jugado la vida, no se puede negar. Pero con una diferencia, que ahora los Alonsos y Baisagoitis prefieren que los nacionalistas le perdonen la vida a seguir jugándosela en nombre de los españoles y de la dignidad de una sociedad que muchas veces se respeta muy poco a sí misma. Ya muchos, pero muchos, de los dirigentes de este nuevo PP vasco están a la altura de personajes como Jaúregui, por ejemplo, que pasó de ser uno de los objetivos prioritarios de la ETA a defensor de causa de Batasuna y la rendición al terrorismo. Si ya entonces se criticó esta metamorfosis, esta traición a toda memoria de un pasado honrroso, no se va ahora a silenciar y ocultar que la mayoría de la cúpula del PP vasco está haciendo, exactamente, lo mismo que el PSE cuando llegó Paxti con la unción de un Zapatero que ya empezaba a revelarse como un peligro público para la idea nacional y toda dignidad que tuviese que ver con ella. Claro, que ahora esta metamorfosis del PP está subvencionada, patrocinada y estimulada por Mariano Rajoy Brey, el personaje más mediocre y miserable que ha tenido la derecha española en sus filas, y mira que ha tenido a mediocres y miserables.

La cuestión es que en el PP vasco no existe una Nebrera que pueda poner patar arriba la "pax rajoyesca", pues así ha decidido Rajoy administrar la "pax" en el PP, como los romanos en sus territorios. Todos reconocen al líder único aunque cada uno haga lo que quiera en su taifa, con los correspondientes disimulos, claro está. Pero ya a pocos días del congreso han abierto la puerta de la dignidad dos dirigentes que se han ido con María San Gil, que es donde debería de estar cualquier cargo del PP que tuviese un mínimo sentido del decoro y de la moral. Quizás no habrá más, o quizás empezaran a desfilar personas como Regina Otaola, cuya dimisión y apoyo así a María San Gil echo en falta, entre otras cosas porque la propia Regina así lo dijo antes de que San Gil fuese apuñalada e insultada. Sea como sea, veremos de nuevo la película de los últimos meses, donde todo y cada uno que ha discrepado o dimitido de la loa y el apoyo a Rajoy, ha sido perseguido, injuriado y triturado al más puso estilo socialista con sus enemigos, que hasta hoy siempre había sido el PP.

Ya ha empezado Usandizaga, insultando a Carmen Rubio. No tardará en hacerlo Cospedal, aunque quizás su fijación con María San Gil le impida insultar a nadie más del PP vasco, pero yo creo que le dedicará algunas palabras. Y, a partir de aquí, la lista ya se sabe, la de los palmeros de Mariano. Luego Rajoy dará la orden de no reproducir los nombres de los nuevos "traidores desestores", que así llaman en privado los palmeros a San Gil y Aznar, y se hará la fotografía con María del Mar Blanco para demostrar que nada ha cambiado en el PP, que todo sigue igual, como la canción de Julio.
Pero ahora no es tiempo de pax romana, sino es tiempo de dignidad o indignidad. El resultado, mucho me temo, ya lo podemos imaginar.

martes, 8 de julio de 2008

PELILLOS A LA MAR

Es verdad que la actualidad del partido socialista nos ofrece una cantidad inagotable de temas que poder desmenuzar y criticar con gusto y empeño, pero la deriva ya inevitable, y por lo que se ve inagotable, del Partido Popular me obliga a escribir una y otra vez del antaño partido liberal de derechas, también llamado centro, que ofrecía una alternativa, ahora ya se ve que no real, al zapaterismo naciente que empezó a creérselo un 14 de Marzo del 2004. Nunca un vacío ideológico tan inmenso había ocupado tanto espacio de una sociedad que se resigna, en un gran número, a aceptar la vacuna contra las ideas y la libertad como fórmula segura de una contínua y artificial felicidad, pero que parece verdadera.

Hemos tenido que esperar, eso sí, 5 años para que Zapatero nos confiese que su proyecto va más allá de la alternancia, aunque no dijo a dónde. No hizo falta, porque todos le entendieron. Claro que ante esto ha tenido que salir Esperanza Aguirre para recordar que en una democracia ir más allá de la alternancia es ir más acá hacia una dictadura, ya que Rajoy está muy ocupado en decirnos lo que habla la gente por la calle o la cantidad de apoyos que tiene en su haber partidista. Si Mariano Rajoy de verdad supiera lo que dice la gente por la calle, es que dimitiría ipso facto y se iría por una larga temporada a un monasterio a reposar, quizás a purgar sus pecados, si acaso existiese la penitencia real para el mal político brotado de la prematura semilla de la vanidad, precursora de toda corrupción posterior.

Pero dejando a un lado que Zapatero nos haga conocedores de sus más profundos sueños, la crisis del PP es lo que hace posible el paseo, hasta ahora, casi militar de un gobierno que no se puede decir que es continuación del anterior porque en el poco tiempo que lleva esta legislatura ya está demostrando que es peor. Una crisis económica galopante, donde Zapatero se empeña hasta extremos insultantes en evitar nombrar la palabra crisis, como si esto fuese un antídoto mágico para el paro, la subida de hipotecas o el atraco a mano armada cada vez que repostamos nuestro vehículo; una huelga de transporte que llevó al país al borde del caos sin que el gobierno hiciese ni un solo día ni una sola cosa bien. Por no hablar, en términos políticos, la irrupción como elefante en cacharrería de la ministra Aído, que ha concitado más odios y rechazos en su propio gobierno, o partido, que en la oposición. Y, como siempre, el juego zapateril a dos bandas con Ibarretxe y el PCTV como telón de fondo. Todo esto, y la manifiesta incopetencia, encima soberbia, del gobierno, habrían puesto en bandeja a una oposición de verdad la posiblidad de promover una moción de censura contra Zapatero, no con el objetivo de ganarla, que sería complicada, sino como puesta de largo de un partido que aspira a ser algo más que oposición eterna, es decir, gobierno real.

Pero Rajoy decidió que lo mejor para su país y para su partido era quedarse, y así desató esos huracanes que, desde entocnes y hasta hoy, asolan al Partido Popular con las ya más que visibles consecuencias de los nuevos aires que azotan la derecha.
Ya no es que el PP haya caído en el desprecio absoluto a quien le deben todo. Ya no es que el PP haya tratado de manera miserable hasta la náusea a gente que son ejemplo y guía de la libertad y la lucha por la democracia. Ya no es que el PP en pleno se haya puesto al servicio de un déspota mediocre que el único mérito que hizo para estar donde está es engañar a todos, al primero el del dedo todopoderoso. Es que el Partido Popular está formado hoy por mediocres, profesionales de la conspiración y antiguos corruptos y autoritarios de caché más que probado.

España, es verdad, no sé si se merece el gobierno que hoy padece, pero lo que es seguro es que no se merece la oposición que encarna el Partido Popular, entre otras cosas porque al PP no se le votó para que hiceran las cosas que ahora están haciendo.
Aún no se han apagado los ecos del congreso catalán y balear, cuando ya se vislumbra de fondo el de la comunidad vasca, mucho más importante desde el punto de vista moral que el catalán, aunque ambos con la misma importancia política quizás. Apenas han pasado 48 horas y la gran vencedora del congreso, Monserrat Nebrera, ya está comportándose con una soberbia que ni que hubiese perdido, pero la realidad es que Rajoy ha provocado que alguien que estaba totalmente marginada en el PPC sea ahora la heroína de tantos y tantos que ya no aguantan más a un déspota asistido por la "madamme" Arenas y la totan útil, puesto que se disputan entre Ana Mato y Cospedal.

Encima, con todo lo que está lloviendo, viene Rajoy a decirnos que él está ahí porque todos lo quieren y que lo demás pues pelillos a la mar. Pero así tal cual. Quizás deberían de ponerle varias veces al día el abucheo antológico que recibió Ana Mato en el congreso. Quizás debería recordarle que gracias a su centrismo, nunca mejor dicho, una candidata que contaba, inicialmente, con 100 avales ha estado a punto de ganarle a la senescal impuesta por Génova, porque Rajoy se cree que su dedo es igual que el de Aznar. Pues que vaya haciendo cuentas de los votos que recogerá Rosa Díez.

lunes, 7 de julio de 2008

ALICIA Y LAPORTA, TAL PARA CUAL

No sé por qué pero este fin de semana se juntaron en Barcelona dos cosas que, aunque no lo parezca, tenían mucho en común: la moción de censura contra Laporta y el congreso del PP catalán. Precisamente en este congreso pepero se ha escenificado uno de los sueños de Laporta, y es que todo esté en catalán. Ignoro sin en los anteriores congresos del PPC también se rotuló todo en la lengua catalana, al más puro estilo de ERC. Pero que en estos momentos donde el debate sobre la inmersión lingüística está más que candente, que sea precisamente en un congreso de un partido, el PP, que ha firmado el manifiesto en la defensa del español, retrata, perfectamente, la altura moral y política de dicho partido.

A Laporta le han dicho que se vaya un 60%, pero no se va. A la candidata de Rajoy le montaron tal abucheo, que su rival, la marginal Nebrera por la que nadie daba un duro, ha estado a punto de arrebatarle la victoria a la soviética que Mariano le quiso brindar a Alicia Camacho como pago a su apuñalamiento a María San Gil. Claro, siempre desde el "sacrificio personal" de doña Alicia, que por generosidad y gracia de Daniel Sirera ha optado, primero, a un escaño y, después, a la presidencia del partido. ¡Esto sí que ha sido un sacrificio personal, el de Sirera! Pero todo sea por el partido, dirá Daniel.
La cuestión es que en el congreso de Barcelona se ha podido ver, hasta qué punto, ya están muchísimos militantes, hasta compromisarios del aparato, hasta las narices, por no decir otro sitio, de Rajoy, ese déspota gallego que siendo el político más mediocre y miserable que ha tenido la derecha en toda la historia de nuestra democracia, quiere acabar con el PP antes de que los votantes del PP acaben con él. De otro modo no se entiende a esa gente que se atrevió, qué temeridad, a abuchear a la inédita Ana Mato, que mejor no podía empezar, y a la "madamme" del burdel centrista, Javier Arenas Movedizas. Y es que Alicia Camacho llegó a Barcelona a buscar lana, y a punto ha estado de salir trasquilada. Solamente 104 votos le han separado de lo mejor que le podría haber pasado, perder el congreso, y además teniendo en cuenta que la candidata rajoyesca presentó casi el triple de avales que Monserrat Nebrera (400 más)

Pero es que no es ningún secreto la transformación del PP en un partido donde el terror reina allí donde pueda haber algún tipo de crítica al silente monarca Rajoy el déspota, asistido en el ejercicio real del poder por "la madamme", por mucho que Cospedal se moleste y nos diga que es de machistas insinuar que es Javier Arenas el que manda en el PP. Es que tú, Cospedal, estás ahí para hacer el trabajo sucio, y además lo haces con mucho entusiasmo, a lo mejor es que no te enteras, pero todo el mundo ya está comprendiendo, a estas alturas, tu papel y tu disposición absoluta a hacer ese papel. Allá tú, María Dolores.
Lo mejor de todo, aún así, fue ese discurso de Rajoy que provocó esos calores, esos sofocos, esas erupciones de pasión, que no se pueden aguantar cuando vemos, cuando oímos, a este déspota de Pontevedra mientras deja rienda suelta a su talento, ese talento salvaje y embriagador. Si no hay tenemos la prueba cuando Mariano nos habló de un tal capitoste, ante la sorpresa de muchos que lo único que se les vino a la cabeza fue ese taquito de pan tostado que se le echa a varias comidas, entre ellas el gazpacho andaluz. Pero no, no hablaba del picatoste, sino del capitoste, que no es lo mismo, aunque suene casi igual. Es un ejemplo más de esta facilidad de comunicación, de conexión, del lider marianil con el pueblo llano y no tan llano, yo que no me tengo por un ignorante ni estoy falto de estudios no sabía, a ciencia cierta, que significaba dicho palabro. Pero así es Mariano.

No sé si Rajoy llevaría a su niño a votar la moción de censura, pues es socio del FC Barcelona. Rajoy, creo que no, creo que es socio del Celta, del Pontevedra, del Deportivo y del Madrid, pero aún no se ha hecho socio del BarÇa, aunque nunca es tarde si el centrismo es bueno. Pero lo que sí debería es de pedir cita con Laporta, porque tienen mucho de lo que hablar. Son dos almas gemelas separadas por el destino pero que no están condenadas a no encontrarse, sino todo lo contrario. Laporta, eso sí, hay que reconocer que lo ha tenido más difícil, pues un auténtico desconocido lo ha puesto en una postura que si tuviera un mínimo, solamente un mínimo, de dignidad y vergüenza, dimitiría hoy mismo y convocaría elecciones en can BarÇa. Rajoy, en eso, ha tenido más suerte, porque nadie ha osado si quiera toserle. Bueno, un poquito Esperanza, apenas un carraspeo Juan Costa, y ahí han llevado su merecido. Quizás, visto así, Laporta tendría que haber invitado a comer al "amic" Mariano antes de votarse la moción, aunque las mociones a la búlgara aún no se han inventado, hecho este último que no exime a Rajoy de la capacidad de invertarlo sobre la marcha, lo cual sería su mayor, y única, aportación a la vida política y social de nuestro país, aunque Laporta se considere andorrano.

viernes, 4 de julio de 2008

SACRIFICIO PERSONAL, NUEVA PELÍCULA DEL PP

Si alguna guinda faltaba para echarle al pavo del PP catalán, ayer se la echó la visir rajoyista Alicia Camacho, cuando nos dijo que esto de la presidencia del PP era, para ella, un sacrificio personal.

Es que no falla, si algo le encanta repetir al típico político caradura y con muy poca vergüenza, cuya ambición y pasión por el poder supera cualquier límite de la decencia, y no digamos ya cualquier atisbo de adaptarse a algún principio, es que siempre es un sacrificio personal cualquier cargo que le propongan para disfrutar. Qué digo sacrificio personal, algo insufrible pero que siempre lo acatan por el bien del partido, porque.. qué bien queda eso de decir día y noche que ellos estarán a lo que diga el partido. "Yo nunca ambicioné nada en política, todo ha sido por servir al partido", frase eternamente repetida por todos, sin excepción, todos, que ya llevan disfrutando del cargo varios lustros y mareas. Esto es igual que cuando un político nos dice que piensa irse de la política, ¡desde ese momento ya sabemos que no piensa moverse de la poltrona ni con agua hirviendo!, y ya si es del PP, y encima un perdedor, la eternidad está asegurada, ahí tenemos a Fraga, que fue perder la Xunta y empezar, otra vez, a hablar por los codos mientras se labra, concienzudamente, el terreno de su decrepitud política.

Pero esto de Cataluña no es algo excepcional en el PP, cuyos congresos regionales de Baleares y la comunidad vasca ni van a ser menos movidos ni van a ser menos miserables, pero eso sí, cortados todos por el mismo patrón: el despótico de Rajoy con la compañía necesaria de la eterna "madamme" del PP, Arenas Movedizas.

En Cataluña, ese ejemplo de democracia y libertad interna hasta hace 3 días, se han cargado 2 de las 3 candidaturas, en realidad las 3, sin rubor ni disimulo alguno. En Baleares, dos candidatos: la oficial del PP, y el otro, que hasta ha ido a los tribunales para denunciar las ilegalidades cometidas desde Génova. Sin ningún éxito, por cierto, y no por falta de razón. Y qué decir del congreso vasco, cúspide y obra maestra de la miseria moral, política y social que ha impulsado Rajoy, a su imagen y semejanza, en todo el PP. Eso sí, ya ayer Mariano comprobó como ya no tiene críticos ni en la comunidad vasca, pues todos los que apoyaron a San Gil fueron dóciles y serviles a la comida de la hermandad popular, todos menos la propia San Gil, Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz. Y sí, también fue Regina Otaola, esa mujer valerosa y ejemplar que dijo en su día que si María se iba, ella iba detrás. María se ha ido y ella comiendo con Mariano.

Es verdad que criticar a los concejales, cargos, alcaldes, mienbros y miembras del PP vasco y vasca, presenta una complejidad enorme, sobre todo porque son gente que llevan jugándose la vida desde hace muchos años y a ellos le debemos la democracia y la libertad que pueda haber en España. Pero precisamente por esto, y porque está película ya la hemos visto en la transición del PSOE de Redondo Terreros, Rosa Díez y Gotzone Mora al PSOE de Patxi López, Jaúregui o Madina, es casi obligación de cualquier persona decente el criticar que ahora sea el PP vasco quien inicie esa "transición". Y que nadie que ahora lo niegue, venga dentro de 2 años a lamentarse del cambio popular, pues esto es la crónica de una muerte anunciada.

Aún así, será en el congreso catalán donde se podrá comprobar el pulso de la militancia del PP, donde podrán elegir entre una candidata crito nacionalista, la senescal de Rajoy y el voto a la dignidad, que es el blanco o el nulo. Tal vez el que saliese elegida Nebrera supondría un durísimo revés al PP rajoyesco, aunque esto tiene el riesgo de aupar a la presidencia a una señora que no tiene nada que envidiar a Piqué, en lo malo se entiende. No obstante, puede ser que ante la necesidad de poner a alguien en el sillón, pues opten por la Nebrera, aunque podría irse Arenas a Cataluña a presidir el partido, así podrá seguir viviendo en su hábitat natural de derrota.

Sea como sea no caben esperar excesivas muetras de dignidad de ningún congreso del PP. Desde luego, que son los 3 congresos ocasiones que ni pintadas para que los militantes del PP demuestren su dignidad, no cabe duda, pero "el partido", ya se sabe, muchas veces es más importante para muchos que la propia persona, y ante esa inmolación de sectarismo, poco se puede hacer. Tal vez esperar a las urnas donde la militancia se diluye cono un azucarillo ante la marea democrática de la mayoría social, que votan lo que quieren sin esperar o jugarse un cargo a la vuelta de la esquina.

jueves, 3 de julio de 2008

EL CONSENSO CATALÁN

El consenso se carga al ejemplo

Cuantas veces hemos oído hasta la saciedad que la prueba de que en el PP existía libertad y democracia interna la teníamos en Cataluña con las 3 listas que se presentaban para su congreso regional. Esto era, claro, antes de Valencia, porque una vez consumada la autoprofecía rajoyesca, ya no era necesario ni demostrar que existía democracia en el PP ni engañar a ningún militante más. Ya Rajoy estaba asegurado y, además, esta vez sí, "con su equipo". Y su equipo, claro está, ya se ha puesto manos a la obra, con Cataluña como primera parada.

Ya se sabe, porque lo han demostrado a lo largo de estos meses, que no Rajoy, ni sus fieles palmeros, ya sean dentro del partido o dentro de la columna de opinión, ni tienen vergüenza ni les importa disimularlo, pero es que ahora nos quieren hacer a todos comulgar con ruedas de molino al aplear a la "memoria histórica" y hacernos creer que nunca han existido 3 listas alternativas para Cataluña y que el panorama actual es todo fruto, faltaría más, de ese consenso interno que tan bien se le da al centrista Arenas, auténtico "padrino" de toda esta historia bochornoso de puñaladas varias y cargos como argumento.

Es una pena que Cospedal no se de cuenta de que por mucha buena imagen que pueda tener y por mucha voluntad que le pongan muchos para darle un voto de confianza y olvidarse de su actitud miserable para con María San Gil, hay cosas que solamente los de la propia secta pueden aceptar con una sonrisa dócil en la cara, y una de ellas ser engañados y ser feliz por ello. Porque Cospedal no pretende otra cosa cuando nos habla sobre el "consenso catalán" que no sea el mentirnos al por mayor, sin rubor, sin freno y, además, teniéndo que darle las gracias porque nos mienta.
Ella sabe, mejor que nadie, que todo esto de la lista "consensuada" es una farsa absoluta donde se ha impuesto el despotismo, poco ilustrado por cierto, de Rajoy con tal de pagar los favores a Alicia Camacho por su traicíón aviesa a María San Gil, como si con favores políticos se pudiesen pagar actitudes miserables sin justificación alguna. Claro, que en el PP hablar de valores o de vergüenza por encima del cargo soñado es tiempo perdido y desesperado.
No hace falta hacer demasiada memoria para acordarse de como Sirera nos decía que él era el candidato de Rajoy, sí, sí, eso dijo, y hace poco que Alberto Fernandez había buscado un acuerdo con Nebrera para evitar a toda costa que ganase el actual presidente del PP catalán. Es más, que las diferencias entre él, Sirera, y Alberto, eran personales.
Pues bien, ha sido llegar Alicia y todo se ha resuelto sin desenfundar una sola pistola. Lo que antes era oeste, ahora es nirvana. Y todo, eso sí, de la noche a la mañana y gracias al consenso centrista. Milagros que solamente sabe y puede hacer Arenas Movedizas.

La cuestión es que cuando un partido como el PP en Cataluña ha sido desbastado por el paso febril del huracán Piqué,no es, precisamente, la imagen que están dando el estímulo necesario para que mucha gente volviese a acercarse, sin temor, al Partido Popular catalán. Es verdad que a perro flaco todo son pulgas, pero estas pulgas no vienen de fuera, sino de la propia casa, y esto es lo realmente lamentable. Rajoy ha antepuesto, una vez más y van miles, su interés personal a la democracia y libertad en el Partido Popular, acentuando ese "proyecto personal" que criticó Aznar en su discurso en el congreso bolchevique.

Dice Nebrera que va a seguir adelante con su lista, algo que puede ser, pero que aún está a tiempo de integrarse en el consenso. Lo malo de Nebrera es que es como Piqué, pero corregida y aumentada, por lo que la única alternativa de "dignidad", es una cripto-nacionalista. Panorama, peor imposible. Está claro que si a los sufridos militantes del PP catalán les diesen la opción de elegir entre dignidad e indignidad, quizás ganaba la dignidad y todo. Pero claro, entre escoger entre "consenso" o cripto-nacionalismo tal vez lo más digno sería votar en blanco y acto seguido darse de baja del partido. A ver si así Rajoy ponía de presidente catalán a Arenas Movedizas, él que todo lo puede.