No sé por qué pero este fin de semana se juntaron en Barcelona dos cosas que, aunque no lo parezca, tenían mucho en común: la moción de censura contra Laporta y el congreso del PP catalán. Precisamente en este congreso pepero se ha escenificado uno de los sueños de Laporta, y es que todo esté en catalán. Ignoro sin en los anteriores congresos del PPC también se rotuló todo en la lengua catalana, al más puro estilo de ERC. Pero que en estos momentos donde el debate sobre la inmersión lingüística está más que candente, que sea precisamente en un congreso de un partido, el PP, que ha firmado el manifiesto en la defensa del español, retrata, perfectamente, la altura moral y política de dicho partido.
A Laporta le han dicho que se vaya un 60%, pero no se va. A la candidata de Rajoy le montaron tal abucheo, que su rival, la marginal Nebrera por la que nadie daba un duro, ha estado a punto de arrebatarle la victoria a la soviética que Mariano le quiso brindar a Alicia Camacho como pago a su apuñalamiento a María San Gil. Claro, siempre desde el "sacrificio personal" de doña Alicia, que por generosidad y gracia de Daniel Sirera ha optado, primero, a un escaño y, después, a la presidencia del partido. ¡Esto sí que ha sido un sacrificio personal, el de Sirera! Pero todo sea por el partido, dirá Daniel.
La cuestión es que en el congreso de Barcelona se ha podido ver, hasta qué punto, ya están muchísimos militantes, hasta compromisarios del aparato, hasta las narices, por no decir otro sitio, de Rajoy, ese déspota gallego que siendo el político más mediocre y miserable que ha tenido la derecha en toda la historia de nuestra democracia, quiere acabar con el PP antes de que los votantes del PP acaben con él. De otro modo no se entiende a esa gente que se atrevió, qué temeridad, a abuchear a la inédita Ana Mato, que mejor no podía empezar, y a la "madamme" del burdel centrista, Javier Arenas Movedizas. Y es que Alicia Camacho llegó a Barcelona a buscar lana, y a punto ha estado de salir trasquilada. Solamente 104 votos le han separado de lo mejor que le podría haber pasado, perder el congreso, y además teniendo en cuenta que la candidata rajoyesca presentó casi el triple de avales que Monserrat Nebrera (400 más)
Pero es que no es ningún secreto la transformación del PP en un partido donde el terror reina allí donde pueda haber algún tipo de crítica al silente monarca Rajoy el déspota, asistido en el ejercicio real del poder por "la madamme", por mucho que Cospedal se moleste y nos diga que es de machistas insinuar que es Javier Arenas el que manda en el PP. Es que tú, Cospedal, estás ahí para hacer el trabajo sucio, y además lo haces con mucho entusiasmo, a lo mejor es que no te enteras, pero todo el mundo ya está comprendiendo, a estas alturas, tu papel y tu disposición absoluta a hacer ese papel. Allá tú, María Dolores.
Lo mejor de todo, aún así, fue ese discurso de Rajoy que provocó esos calores, esos sofocos, esas erupciones de pasión, que no se pueden aguantar cuando vemos, cuando oímos, a este déspota de Pontevedra mientras deja rienda suelta a su talento, ese talento salvaje y embriagador. Si no hay tenemos la prueba cuando Mariano nos habló de un tal capitoste, ante la sorpresa de muchos que lo único que se les vino a la cabeza fue ese taquito de pan tostado que se le echa a varias comidas, entre ellas el gazpacho andaluz. Pero no, no hablaba del picatoste, sino del capitoste, que no es lo mismo, aunque suene casi igual. Es un ejemplo más de esta facilidad de comunicación, de conexión, del lider marianil con el pueblo llano y no tan llano, yo que no me tengo por un ignorante ni estoy falto de estudios no sabía, a ciencia cierta, que significaba dicho palabro. Pero así es Mariano.
No sé si Rajoy llevaría a su niño a votar la moción de censura, pues es socio del FC Barcelona. Rajoy, creo que no, creo que es socio del Celta, del Pontevedra, del Deportivo y del Madrid, pero aún no se ha hecho socio del BarÇa, aunque nunca es tarde si el centrismo es bueno. Pero lo que sí debería es de pedir cita con Laporta, porque tienen mucho de lo que hablar. Son dos almas gemelas separadas por el destino pero que no están condenadas a no encontrarse, sino todo lo contrario. Laporta, eso sí, hay que reconocer que lo ha tenido más difícil, pues un auténtico desconocido lo ha puesto en una postura que si tuviera un mínimo, solamente un mínimo, de dignidad y vergüenza, dimitiría hoy mismo y convocaría elecciones en can BarÇa. Rajoy, en eso, ha tenido más suerte, porque nadie ha osado si quiera toserle. Bueno, un poquito Esperanza, apenas un carraspeo Juan Costa, y ahí han llevado su merecido. Quizás, visto así, Laporta tendría que haber invitado a comer al "amic" Mariano antes de votarse la moción, aunque las mociones a la búlgara aún no se han inventado, hecho este último que no exime a Rajoy de la capacidad de invertarlo sobre la marcha, lo cual sería su mayor, y única, aportación a la vida política y social de nuestro país, aunque Laporta se considere andorrano.
lunes, 7 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario